"Españoles: la entusiasta acogida que va
encontrando en los pueblos el ejército liberal; el esfuerzo de los soldados que
le componen, tan heroicamente mostrado en los campos de Vicálvaro, el aplauso
con que en todas partes ha sido recibida la noticia de nuestro patriótico
alzamiento, aseguran desde ahora el triunfo de la libertad y de las las leyes
que hemos de defender.
Dentro de unos pocos días la mayor parte de las
provincias habrán sacudido el yugo de los tiranos; el ejército entero habrá
venido a ponerse bajo nuestras banderas, que son las leales; la nación
disfrutará los beneficios del régimen representativo, por el cual ha derramado
hasta ahora tanta sangre inútil y ha soportado tantos sacrificios. Día es, pues
de decir lo que estamos resueltos a hacer en el de la victoria. Nosotros
queremos la conservación del trono, pero sin camarilla que lo deshonre;
queremos la práctica rigurosa de las leyes fundamentales mejorándolas, sobre
todo la electoral y la de imprenta; queremos la rebaja de los impuestos,
fundada en una estricta economía; queremos que se respeten en en los empleos
militares y civiles al antigüedad y los merecimientos; queremos arrancar los
pueblos a la centralización que los devora, dándoles la independencia local
necesaria para que conserven y aumenten sus intereses propios; y como garantía
de todo esto, queremos y plantearemos bajo sólidas bases la milicia nacional.
Tales son nuestros intentos que expresamos
francamente, sin imponerlos por eso a la nación. Las juntas de gobierno que
deben irse constituyendo en las provincias libres; las Cortes que luego se
reúnan; la misma nación, en fin, fijará las bases definitivas de la
regeneración liberal a que aspiramos. Nosotros tenemos consagradas a la
voluntad nacional nuestras espadas, y no las envainaremos hasta que ella esté
cumplida."
Leopoldo O'Donnell, Conde de Lucena. Cuartel General
de Manzanares. 7 de Julio de 1854.
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